Iván Bolado tiene de plazo hasta el viernes para aceptar la oferta del Racing y vincularse a la disciplina verdiblanca o, por el contrario, buscarse el futuro lejos de Santander. A Paco Fernández se le agotó la paciencia después de que el delantero regresara a los entrenamientos cuatro días más tarde que sus compañeros en la selección de Guinea Kily (Noja) e Igor Engonga (Gimnástica), con quien compartió vuelo de regreso desde Malabo después de su convocatoria para el partido internacional amistoso contra España. Bolado no viajó el pasado jueves a Santander desde Madrid y se desplazó a Málaga a pasar unos días con su mujer y su hija, residentes en la Costa del Sol, sin dar ningún tipo de explicación a ningún miembro del Racing, que se preguntaba por su paradero.
El lunes, cuando el punta decidió regresar a los entrenamientos, se encontró con la oposición del entrenador y con la firme decisión de que no tendría la puerta abierta del vestuario hasta que no firme el contrato ofrecido por el presidente Ángel Lavín. Una cláusula de libertad que exige Bolado en caso de que reciba otra propuesta de un equipo de superior categoría está dilatando la resolución del caso que parece conocera el viernes su último capítulo.
No es la primera espantada protagonizada por Bolado, que en septiembre se marchó a Tailandia a probar suerte en el Buriram United donde militan los exracinguistas Alejandro Menéndez y Osmar. No comunicó su marcha al Racing, estuvo desaparecido y luego volvió pidiendo perdón para poder reincorporarse a los entrenamientos.
Fuente: El Diario Montañés