Los jugadores del Racing están hartos de los impagos, de las promesas incumplidas, y ayer lo evidenciaron por primera vez de forma pública y colectiva en el arranque del partido de Copa del Rey contra el Almería en El Sardinero. Con un rival de Primera División enfrente, con la televisión de por medio y con una repercusión mediática mucho mayor que en cualquier jornada liguera, los futbolistas del equipo cántabro no disputaron anoche la primera jugada del encuentro, se quedaron completamente parados durante casi veinte segundos para evidenciar así su protesta mientras los jugadores del Almería se pasaban el balón entre ellos para enviarlo después fuera de banda de forma voluntaria. Mientras, desde la grada arreciaban las protestas contra el Consejo de Administración y se multiplicaban los aplausos a los futbolistas verdiblancos, que dieron así un nuevo paso en sus reivindicaciones y mostraron públicamente su malestar contra la directiva presidida por Ángel Lavín, cuyas promesas no se convierten en soluciones.
En este contexto, era difícil centrar la atención en lo que iba a pasar después sobre el césped, porque los partidos más importantes del Racing no se están disputando en el terreno de juego. Paco Fernández quería que sus jugadores utilizasen el fútbol como vía de escape, para evadir la cabeza de los problemas, para divertirse haciendo lo que mejor saben y lo que lo más les gusta, para reivindicar desde el compromiso el pago justo de lo que se les debe. En cada uno de los últimos partidos, los futbolistas del Racing juegan algo más que tres puntos o una eliminatoria de Copa del Rey. «Ganar es nuestro seguro de vida», llegó a calificar Paco Fernández en la víspera del choque de anoche frente al Almería. «Los jugadores salen pensando en eso desde el vestuario», asegura el míster. Seguro de vida porque con victorias los problemas se digieren mejor, porque superar más eliminatorias de Copa puede suponer unos ingresos con los que abonar algunas nóminas además de un escaparate para los jugadores y porque la mayor alegría de la temporada, para jugadores y afición, vino con la sorprendente eliminación en la anterior ronda del Sevilla. Pero el vaso está demasiado lleno: el parón del inicio es más que significativo y puede llevar a unas consecuencias imprevisibles.
Tras el parón navideño, los jugadores racinguistas no tienen centrada la cabeza en lo que tienen delante. Se vio en el partido liguero del sábado frente al Marino de Luanco y volvió a pasar ayer en la ida de los octavos de final de Copa ante el equipo andaluz. Hasta el minuto 60 no se tuvo noticias del Racing, justo cuando entraron al campo Concha y Koné, que dejaron vivo al Racing en la eliminatoria. La juventud al poder. Hasta entonces, los de Paco Fernández habían estado desenchufados, desconcentrados, desorientados, ante los suplentes del Almería, que no quisieron hacer daño a su rival, no sentenciaron el partido cuando pudieron y terminaron pidiendo la hora al jugar los últimos minutos con un hombre menos por la expulsión de Zongo.
Rotaciones
Con la cabeza en el duelo frente al Avilés del próximo sábado, Paco Fernández hizo rotaciones, como también ocurrió, con resultado exitoso, en la eliminatoria ante el Sevilla: en el once inicial sólo repitieron cinco futbolistas respecto a los que jugaron ante el Marino: Orfila, Oriol, Andreu, Durán y Mariano. Y Barrio, Ayina, Saúl y Lafuente volvieron a contar con las oportunidades de las que están careciendo últimamente en Liga. Misma apuesta que la que opuso el Almería, que dio minutos a su fondo de armario. «Lo importante es el domingo», había afirmado Francisco, el entrenador más joven de Primera División, en referencia a que el equipo andaluz tiene como prioridad acabar con buen pie la primera vuelta liguera en San Mamés por encima de esta Copa que parece molestar a todos menos a los grandes que se ven en condiciones de llevarse el título.
En este contexto, lo que se vio anoche en El Sardinero distó mucho de ser una fiesta o un nuevo reto del ahora modesto Racing, único superviviente de Segunda B, por intentar eliminar a otro equipo de la máxima categoría. Y es que el Racing no está para irse de copas y la 'novia' que tenía ayer al otro lado tampoco era la más guapa del baile. No había ganas de fútbol, ni en el verde ni en las gradas.
El Almería se bastó con la calidad de Suso y Corona para superar con facilidad al Racing en la primera parte. Casi sin querer y sin la intención de no hacer demasiado daño a un rival herido por otras circunstancias. Con el dominio del balón, fue acumulando ocasiones: en el minuto 15, Zongo prefirió pasar a Hichan cuando tenía un remate claro y en el 16 Suso obligó a Sotres a estirarse. Se mascaba el gol andaluz y llegó por medio de su jugador con más clase, Corona, que recortó con la derecha y disparó con la izquierda desde la frontal del área para ajustar el balón junto a la cepa del palo izquierdo de la portería cántabra.
Lafuente fue el clavo al que se agarró el Racing en los primeros 45 minutos: activo, dinámico, acaparó todas las acciones ofensivas de su equipo: de sus botas salió un centro peligroso al que no llegó Mariano y otro que cabeceó el potente delantero muy cerca del palo de la portería de Ustari. Pudo ser el empate.
La segunda parte comenzó con los mismos derroteros, porque en el minuto 48 Iglesias Villanueva anuló un tanto a Raúl García y en el 57 Sotres metió una mano salvadora a un disparo peligroso de Hicham. El Racing estaba tocado y el Almería a punto de sentenciar la ronda mientras en la grada se radicalizaban las protestas.
Cambios clave
Pero el partido dio un cambio de rumbo total desde la salida de Koné y David Concha. Su velocidad y desparpajo sacaron petróleo del débil carril izquierdo de la defensa andaluza, por el que llegaron las acciones más peligrosas de los racinguistas ante la impotencia de Mané. El juvenil Concha marcó su primer gol con el primer equipo cuando sólo llevaba dos minutos en el campo al culminar con gran clase una internada por la banda tras asociarse con Koné. Y apenas cinco minutos después, el delantero costamarfileño estuvo a punto de llevar el 2-1 al marcador tras un disparo cruzado que se estrelló en el palo. Paco Fernández acertó con los cambios y el Racing se agarró a la eliminatoria cuando lo tenía todo perdido.
Koné estuvo a punto de aprovechar la superioridad numérica que vivió el Racing tras la expulsión de Zongo, pero no llegó por poco a un centro envenenado de Iñaki. El Almería se defendió como pudo y aguantó el empate a uno. La eliminatoria queda abierta para el partido de vuelta, el próximo martes. En Sevilla ya se pudo. Aunque ayer el fútbol no fue el principal protagonista en El Sardinero.
Racing: Sotres; Orfila, Barrio, Oriol, Saúl; Ayina (Iñaki, min 78), Andreu, Granero, Ander (Koné, min 55); Durán (Concha, min 63) y Mariano.
Almería: Ustari; Antonio Marín, Marcelo Silva, Hans Martínez (Trujillo, min 75), Mané; Corona, Tebar; Hicham (Aleix, min 61), Suso (Óscar Díaz, min 82), Raúl García; y Zongo.
Goles: 0-1, min 26. Corona. 1-1, min 64. Concha.
Árbitro: Iglesias Villanueva (comité gallego). Mostró cartulinas amarillas a Granero por el Racing y expulsó con roja directa a Zongo, en el minuto 81, por el Almería.
Incidencias: Partido de ida de los octavos finales de la Copa del Rey, disputado en los Campos de Sport de El Sardinero ante unos 1.500 espectadores.
Fuente: El Diario Montañés