Un equipo sin techo. Porque el coraje mueve montañas y a este grupo le sobra implicación para repartir. Con el liderato en juego, el Racing logró un vital triunfo ante el Guijuelo, tercer clasificado, en la lucha por el título. Se ganó. De penalti, pero los puntos se quedaron en casa. Un paso más hacia adelante y un partido menos por disputar en la búsqueda del ascenso. En definitiva, tres puntos de pata negra.
Con un campo plagado de charcos, ambos equipos pusieron sus cartas sobre la mesa desde el minuto 1. El Racing, su oficio y sus ideas claras. Su filosofía de que en el fútbol modesto lo bonito son los puntos, no el juego. El Guijuelo intentó poner en práctica el toque del que presume y que le ha llevado a los puestos altos de la tabla, pero no estaba el césped para filigranas. A eso hay que añadirle que los hombres de Paco Fernández se crecen en los partidos importantes los locales no dieron opción a la sorpresa.
El dominio y las ocasiones fueron cántabras en la primera mitad. La más clara llegó en una falta botada por Saúl, que Mariano remató al primer palo, donde el meta Wilfred sacó una mano salvadora. En el otro área, Dani Sotres permanecía prácticamente inédito.
En labores defensivas, el Guijuelo se empleó a fondo mediante faltas, parapetados en la permisividad del colegiado Eiriz Mata, que debió mostrar alguna tarjeta por reiteración. El árbitro gallego fue muy protestado en una jugada en la que Rubén Durán cayó en el área tras una entrada de un rival, que no fue decretada como penalti.
Cuando sí señaló el punto de los once metros el juez fue en el minuto 30, por un presunto agarrón dentro del área salmantina. Javi Soria fue el encargado de transformar la pena máxima para poner a su equipo por delante. Con ventaja en el marcador llegó el equipo cántabro al descanso.
Sin embargo, como viene siendo habitual en los últimos tiempos, la afición también jugó su partido en la grada en su cruzada por salvar al Racing. Previamente, la Asociación de Peñas Racinguistas promovió un referéndum sobre la continuidad del consejo. Sin embargo, el principal acto de protesta llegó en el tradicional minuto 13. El graderío quedó vacío para mostrar que Ángel Lavín y el resto de directivos del club caminan solos.
De vuelta al césped, en la segunda mitad, el Racing continuó siendo el dueño de la posesión y, durante gran parte del período no pasó apenas apuros para mantener la renta. De hecho, estuvo más cerca el segundo tanto cántabro que el empate. Koné, recién ingresado en el campo, tuvo una ocasión muy clara, pero su control, defectuoso, evitó que se ampliase la renta.
La falta de sentencia fue pasando factura a los jugadores locales, que dieron muestras de cansancio aunque su esfuerzo siguió adelante. No hay nada que achacar a estos hombres. Pero la debilidad sí que permitió a los salmantinos disponer de oportunidades para haber empatado. Sotres apareció oportuno para defender el botín. El meta realizó dos paradas de mérito para mantener la portería a cero. Especialmente importante fue la del minuto 93 a un remate de cabeza de Antonio Pino. Su mano fue providencial.
Un resultado que permite al Racing apartar a un rival directo, el Guijuelo, que se queda a cinco puntos, más el golaveraje. Tres puntos que pueden ser un auténtico golpe sobre la mesa si otros resultados acompañan. Los de Paco Fernández siguen líderes, en la clasificación y en compromiso. Así se lo valoró la afición al final del encuentro. No merecen menos.
Racing 1 - 0 Guijuelo
Racing: Dani Sotres, Francis, Orfila, Juanpe, Iñaki (Koné, min. 46), Javi Soria, Borja Granero, David Concha (Miguélez, min. 63), Rubén Durán (Andreu, min. 73), Saúl y Mariano.
Guijuelo: Wilfred, Rubén, Razvan, Ángel Martínez, Jonathan, Javi Moreno, Carlos Rubén, Óscar Valero, Ballesteros (Antonio Pino, min. 79), Quique (Garban, min. 67) y Manu Moreira.
Goles: 1-0: Javi Soria (min. 30) al transformar un penalti por empujón a Mariano dentro del área.
Árbitro: Eiriz Mata, del Colegio gallego. Ayudado en las bandas por Veiga López y Cives Enjo. Amonestó con tarjeta amarilla a los jugadores locales Iñaki, Granero y Koné y a los visitantes Óscar Valero y Ángel Martínez, que fue expulsado en el minuto 94 al ver su segunda amarilla.
Incidencias: Más de 2.500 espectadores, en una mañana lluviosa, con el césped lleno de charcos en los Campos de Sport de El Sardinero.
Fuente: El Diario Montañés