Paco Fernández estaba, como en la rueda de prensa previa al partido, muy cabreado. A su manera, pero enfadado. No aguanta más y aprovecha cada pregunta para lanzar un mensaje dirigido a las oficinas de los Campos de Sport, donde tiene su despacho el presidente Lavín. «El futuro se complica y nos lo complican, pero vamos a seguir luchando por ello. Los que queremos al Racing y al equipo y tenemos orgullo y amor propio vamos a seguir peleando hasta que no podamos más». Toda una declaración de intenciones.
Tiene que ser desmoralizante ver cómo un gran castillo construido a base de paciencia, buena elección y práctica se desmorona como uno de naipes. Primero fueron Agustín y Nieto. La semana pasada, Koné y Sotres. ¿Y esta? ¿Se irá alguien más? Eso es lo que martillea en la cabeza de Paco Fernández como la resaca que deja el cotillón de Nochevieja.
Es una obviedad, pero el entrenador verdiblanco criticó que «cada vez tenemos menos jugadores porque nos los venden» y afirmó que, en su opinión, «está claro quién mira por el equipo y quién no». «Nosotros lo que vamos a seguir es tirando como podamos», aventuró. Y es que lo que se vio sobre el terreno de juego no dejó contento a nadie. Ni a los jugadores, ni al cuerpo técnico, ni a los doscientos aficionados racinguistas. «Los chavales están dolidos porque la imagen no fue buena, pero la cabeza no estaba en el partido», justificó su entrenador en la sala de prensa.
Saúl se quedó sin vestir de corto, aunque fue «una decisión técnica porque hay más partidos y gente que tiene que ir cogiendo el ritmo». «Como somos pocos, tengo que intentar que estén todos lo mejor posible. Además, parece que nos pasa todo a nosotros. Tenemos sólo un delantero y se nos lesiona, jugamos la mitad de la segunda parte con uno menos por la lesión de Oriol...», se lamentó.
Lo que no negó es que la lesión de Mariano –con el que no cuenta para esta semana– «cambió el partido». Sin embargo, puntualizó que «lo que ha pasado lo achaco a que el equipo hoy no estaba. Hubo demasiados problemas, historias, demasiada tensión emocional fuera de lo deportivo. El equipo, al final, tiene que tener algún día malo. Lo raro era que estuviéramos dando la talla de la manera en la que la hemos estado dando». Eso sí, a pesar de todo, también hizo crítica. «Hubo fallos en todas las líneas: individuales, colectivos... El equipo no estaba y aun así luchó y lo dio todo, con más corazón que cabeza. Queríamos el empate, pero no pudo ser», explicó.
Paco Fernández ansía que sea una semana tranquila «porque lo del viernes (la Junta) no es cosa nuestra». «A ver si podemos trabajar en condiciones», pidió antes de analizar las soluciones que tendrá que buscar para encontrar un equipo de garantías en el que haya un delantero. «A Mariano no le dará tiempo a llegar, así que habrá que inventarse algo. Si por lo menos tengo once jugadores...», concluyó en tono lacónico.
Fuente: El Diario Montañés