«No será un acto protocolario, más bien será un acto moral». Las palabras de Íñigo de la Serna, alcalde de Santander, expresaron con exactitud lo que se espera sea el próximo domingo el acontecimiento con el que se pondrá en marcha el programa de actividades del cierre del centenario del Racing. Eva Serrano y Antonio Sánchez depositarán la Medalla de Oro de la Ciudad de Santander en la vitrinas de El Sardinero (12.00 horas), «en el sitio en donde siempre tuvo que estar». Ambos fueron los encargados de recoger la máxima distinción que otorga la capital hace exactamente un año de un modo simbólico, al existir un total desencuentro entre el entorno racinguista (afición, sociedad...) y los dirigentes de entonces encabezados por Ángel Lavín. Serrano, perteneciente a la cuarta generación de una familia racinguista, y Sánchez, nieto del primer presidente de la entidad, tendrán ahora, «después de custodiarla», la misión de «devolvérsela al Racing». «La situación se ha estabilizado y es necesario hacer todo esto porque institucional y socialmente se dan las circunstancias idóneas», añadió el alcalde.
De la Serna presentó ayer, junto a Félix Álvarez, vicepresidente del club, y Bernardo Colsa, presidente de la Asociación de Peñas Racinguistas, los distintos actos programados para este próximo domingo, fecha en la que se cumplen 101 años de historia verdiblanca. «No deja de ser un aniversario especial», explicó el regidor municipal, lo que Colsa puntualizó con ironía. «Somos pioneros. El Racing es el primer equipo del mundo que celebra el Centenario dos veces. Y las que hagan falta». El alcalde y el ahora vicepresidente del club coincidieron en destacar «la inmensa labor de las peñas en todos estos momentos delicados. En los vaivenes, en la incertidumbre... siempre supieron estar ahí». El reconocimiento fue total.
Tras la devolución de la Medalla, el racinguismo vivirá una «nueva fiesta en la Plaza de Pombo», relató Colsa, «lugar en el que se fundó el club y donde empezó todo». A las 13.00 horas se celebrará un homenaje frente al busto de Pancho Cosío, socio fundador del Racing. Los aficionados y simpatizantes realizarán una ofrenda floral, del mismo modo que se llevó a cabo en 2013. Un recordatorio al pasado y al comienzo de lo que ahora es el club verdiblanco. A continuación se procederá al izado de la bandera del Centenario. El deseo es que dado su tremendo tamaño, los colores que representan a la entidad presidan la populosa plaza en todos los actos de un día histórico. «Queremos que sea una fiesta y que la unión y la ilusión que ahora volvemos a tener se pueda disfrutar». Una vez que el sentimiento inunde la zona, se repartirán más de 1.200 raciones de cocido montañés, al precio simbólico de 3 euros, así como chorizos a la sidra y demás productos típicos. «La gente lo tiene que pasar bien. De eso se trata», indicó Colsa.
A las 15.00 horas, las peñas retomarán algo que «fue muy atractivo y seguido» en 2013, el Concurso de 'relinchius racinguistas'. «Algo muy nuestro», añadió el presidente de las Peñas. Los aficionados tendrán la oportunidad de batirse en duelo a ver quién es el que mejor canta el «¡Racing, ra, ra, ra...!», grito de guerra que forma parte de la historia más fiel del equipo.
«Acompañaremos en todo»
«El domingo es un día para estar. Para compartir. Para disfrutar ahora que podemos», insistió Colsa. En la céntrica plaza, que estará decorada con banderas y bufandas, se habilitarán varios juegos hinchables infantiles para los más pequeños. Desde allí, y después de que se proceda a cantar el 'Cumpleaños feliz' de manera conjunta, la marea verdiblanca se desplazará en un pasacalles con gaiteros, gigantes y cabezudos hasta El Sardinero.
«Nosotros solo acompañaremos a las peñas, nos pondremos a su estela porque nos llevan un año de ventaja y son las verdaderas culpables de esta fiesta», afirmó Félix Álvarez. El vicepresidente, que volvió a destacar la labor del Ayuntamiento de Santander y de su alcalde por «ser sincero, y honrado, algo que no está de moda», pidió paciencia al racinguismo. «No damos abasto, pero seguiremos trabajando para que todo mejore».
Finalmente, las peñas se guardan una sorpresa. «Un homenaje a alguien que ha hecho mucho por el Racing. Será antes de entrar al partido (Racing-Compostela)». La última petición que cursó Colsa para los aficionados fue que en el minuto 13 del partido, «cantemos juntos un ¡Cumpleaños feliz! a nuestro Racing». Una fiesta por todo lo alto para festejar cien años de historia y un mes de liberación.
Fuente: El Diario Montañés