El Racing cuenta ya con 3.100 abonados a falta de cuatro días para su primer partido de Liga en El Sardinero. Una cifra, como todas, que da lugar a numerosas interpretaciones, pero que sigue demostrando la fidelidad de los aficionados con el centenario club. Los más de 250 seguidores que apoyaron al equipo en Luanco evidencian que las críticas a la política institucional y al Consejo de Administración no están reñidas con el apoyo a los jugadores en el campo.
Como suele ser habitual cada año, el Racing espera que en estos últimos días la cifra aumente, a la espera de que la supuesta y esperada buena marcha del equipo en Segunda División B anime a más aficionados a sacarse el abono. El objetivo, alcanzar la cifra de 5.000 socios en este inicio de temporada y 7.000 durante la campaña de invierno «si lo deportivo va como sería deseable», explicaba ayer al respecto Ángel Lavín, presidente del Consejo de Administración.
La última vez que el Racing estuvo en el infierno de la categoría de bronce, hace 23 años, contó con 3.756 socios, aunque el ambiente social no tenía nada que ver con el crispado y polémico que se vive en la actualidad.
La entidad verdiblanca ha decidido mantener los precios de la temporada pasada, pese al descenso, lo que ha provocado la protesta de los aficionados que consideran que son excesivos para una categoría como la Segunda División B. El Racing, por su parte, justifica que ya recortó un 50% los abonos el pasado año tras el descenso a 1ª a 2ªDivisión y alega que las tarifas se decidieron antes de saber si el equipo militaría finalmente en 2ªB. La resolución del caso Alcorcón a favor de los madrileños, que dejó a los cántabros sin la última opción de subir a 2ª División, no supuso ningún cambio en los precios. «Son una vergüenza», asegura el presidente de la Asociación de Peñas Racinguistas, Bernardo Colsa. Él se ha hecho socio «porque no tengo nada contra los jugadores, que lo que hacen es defender nuestro escudo, y porque desde la grada hay que seguir mostrando nuestro rechazo al Consejo de Administración».
El carnet más caro de esta temporada 2013-14, el de Tribuna Central, cuesta 381 euros; y los más baratos, los de las preferencias Norte y Sur, 99 euros, descuentos por antigüedad al margen. El resto de tribunas oscilan entre los 315 euros de la Principal, los 248 de la Este y los 205 de la Norte y Sur. Por último, las preferencias Oeste y Este valen 159 y 128 euros, respectivamente. Las taquillas del Sardinero abren de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas, mientras que los sábados lo hacen de 10.00 a 14.00 h. La reserva de asiento se mantiene hasta el próximo 2 de septiembre y a partir del día siguiente se podrá proceder a los cambios de localidad.
Colsa considera que, al margen de la categoría, estos precios y la continuidad de Lavín y su equipo en la presidencia, han llenado de «desencanto» y «desilusión a los aficionados». «Si no estuvieran, podría haber más de 10.000», vaticina el máximo responsable de la APR, que asegura que desde este colectivo «no se ha dado ninguna indicación a los peñistas de renovar o no su carnet».
El año pasado, en Segunda, el Racing contó con 10.000 abonados, aunque la asistencia al Sardinero no llegó a esa cifra salvo muy contadas excepciones. Un hecho que puede ocurrir también este año, ya que algunos abonados renuevan sus asientos para no perder ni el número ni los descuentos por antigüedad a la espera de que lleguen mejores momentos para el club. La última campaña en Primera, la 2011-2012, se alcanzaron los 14.000 socios, aunque las cifras son incomparables teniendo cuenta las diferencias de categoría. No tan lejos en el recuerdo quedan los 19.250 abonados, récord histórico, que disfrutaron en la temporada 2007-2008 de la presencia del Racing en la UEFA.
La Gradona se cambia
El excesivo precio de los abonos es lo que ha provocado que La Gradona de los Malditos, el sector más animoso de la afición y también el más crítico con la directiva, haya decido cambiarse de ubicación en El Sardinero, de la esquina de Tribuna Norte donde han estado ubicados las dos últimas temporadas a la Preferencia Norte, donde el pase les cuesta 99 euros. Y eso a pesar de la extraña propuesta de Ángel Lavín, que les ofreció seguir en tribuna al precio de la preferencia pero pagando el precio original, cuya diferencia sería luego devuelta por el club. «No lo aceptamos porque nos parece una desconsideración con el resto de abonados y, además, no nos fiamos de la palabra de Lavín», aseguran fuentes de La Gradona.
Fuente: El Diario Montañés