La fiesta secreta o casi, porque el Racing comenzó la juerga por el ascenso a Segunda, la que continuó hasta altas horas de la madrugada por los locales del centro de la ciudad, y que seguirá hoy, en el Palacio del Mar. Cómo no. Esperaba el autobús descapotable a las 23.00 horas con la afición entregada en la plaza del Ayuntamiento despidiendo a sus héroes y para poder cumplir el apretado plan de celebraciones, había que respetar cierta puntualidad. Después de brindar con champán en el balcón municipal, cantar 'La fuente de cacho' con los miles de aficionados y hacerse la foto de rigor con niños incluidos en la escalinata del consistorio, Paco Fernández animó a sus chicos a “coger el autobús de para ir a cenar, que nos están esperando”. Pero, claro, cualquiera ponía orden en la jarana desatada.
Por ejemplo, a Mario, capitán y artista de los festejos, con toda la euforia desatada intentado hacer cantar a Koné la canción 'O Mamadou, Mamadou'. O vociferando al masa entregada “Te quiero Racing, lo, lo, lo”. Pero cuando los “héroes verdiblancos”, como gritaba el racinguismo, volvieron al autobús partieron al hotel para cenar con los suyos. Los comensales degustaron ensalada de queso de cabra con vinagreta de módena, rabas de magano, crujientes de langostino y croquetas caseras variadas y, a continuación, pudieron elegir entre merluza rellena de centollo y carré de lechazo relleno de setas. El postre fue un tiramisú. Como colofón final y sorpresa, los recién ascendidos pudieron degustar el sabor de los Campos de Sport. El cocinero del Palacio del Mar, Omar Gutiérrez, una réplica de El Sardinero en tarta.
La noche prosiguió por los locales del centro de la ciudad. Con una copa en la mano, la plantilla, ya sin familias a excepción del entrenador, siguieron la celebración. Disfrutaron del buen rollo, haciéndose bromas y fotografías con los aficionados que continuaban festejando la victoria. Fiesta grande.
Fuente: El Diario Montañés